En las incubadoras del Hospital de Méderi, en Bogotá, permanecen cuatro niñas recién nacidas, hijas de Yeisson Morales y Omaira Beltrán, residentes de Bojacá, Cundinamarca. La pareja, que ya tiene dos hijos, de 6 y 8 años, enfrenta ahora la inesperada responsabilidad de criar a cuatrillizas. Inicialmente, creían que Omaira esperaba un solo bebé, luego pensaron que serían dos, pero finalmente los médicos confirmaron que se trataba de cuatro.
La noticia trajo consigo una mezcla de alegría y preocupación. El cuidado de las cuatrillizas es complejo, especialmente porque su residencia está fuera de Bogotá. «Estamos sufriendo un poco más porque nos toca desplazarnos hacia Bogotá a verlas a diario y, como ya se encuentran en la UCI neonatal, entonces está un poco complejo el tema», explicó Yeisson Morales al medio nacional Noticias Caracol.
Apoyándose en sus creencias religiosas, Yeisson y Omaira han enfrentado las dificultades de desplazamiento, confiando en Dios y la Virgen. «Nuestra fe nos permite mantenernos firmes, y es importante que nuestras hijas nos vean fuertes para que ellas también puedan salir adelante», añadió Yeisson.
Las niñas, nacidas de manera prematura, están en incubadoras debido a los riesgos asociados a la prematuridad, como dificultades respiratorias, hemorragia intraventricular y retinopatía, según el Ministerio de Salud y Protección Social. Para facilitar su identificación, Omaira ha enumerado a las niñas y les ha colocado una cinta con su nombre.
Con la responsabilidad de criar a seis hijos, la pareja hace un llamado a las autoridades para recibir apoyo. «Va a ser muy complejo. Hago un llamado al gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey Ángel, y al alcalde de Bojacá, Gabriel Hernán González Rojas, para que nos colaboren, porque vamos a necesitar ayuda cuando las niñas crezcan», afirmó Yeisson.
Según Juan Pablo Bernal, director de la Liga de los Múltiples, en Colombia el 44% de los embarazos múltiples se deben a herencia genética, el 14% a tratamientos de fertilidad u otras causas, y el 42% ocurren de manera espontánea. «Los embarazos múltiples son de alto riesgo y plantean desafíos significativos para las familias, especialmente para las madres. La mayoría de estos embarazos son prematuros, lo que añade complejidad a la crianza y aumenta los riesgos presupuestales», explicó Bernal, padre de trillizas.
Yeisson y Omaira, con la esperanza y determinación que les da su fe, continúan enfrentando los desafíos de cuidar a sus seis hijos, confiando en el apoyo de la comunidad y las autoridades para salir adelante.