La salud en Ubaté, en cuidados intensivos

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Pacientes luchan con tutelas para acceder a los servicios médicos. La Villa

Rafael Pinilla es diabético crónico desde hace ocho años, pero su lucha inició hace siete meses cuando la EPS (Convida) empezó a retrasarle la entrega de los medicamentos que necesita aplicarse a diario. Las jeringas, las cintillas y los frascos de insulina han tardado hasta dos meses para llegar a manos de él, quien debe inyectarse esta hormona (la insulina) tres veces al día y aumentar la dosis en la noche.

“Desde que se acabó Cafam nos pasaron a Convida, y siempre ha habido displicencia en la atención.  Los medicamentos no llegan a tiempo y hasta me tocó entutelar, colocar desacato a la tutela, pero a pesar de eso no fueron atendidos mis requerimientos”, agrega Rafael.

Pero él no ha sido el único afectado. Colombia atraviesa una de las peores crisis en el sistema de salud: no hay atención prioritaria y los colombianos se están muriendo en las puertas de los hospitales, mientras que son traslados en ambulancias o a la espera de ser atendidos en una sala de Urgencias.

El problema ha tocado fondo en Ubaté. El personero municipal, Daniel Sánchez, señaló que el 90% de los ubatenses están afiliados al régimen subsidiado en Convida, es decir, aquellas personas que no cuentan con recursos económicos para pagar un seguro médico y el Estado están en la obligación de proveerles uno que, en este caso, es Convida.

Sin embargo, esta EPS ha incumplido. “Convida no viene entregando los servicios como debe ser, entonces se presentan demoras en las autorizaciones, en entrega de medicamentos y, lo que es más grave, en las enfermedades crónicas o de control, que son, por ejemplo, gente con leucemia, con diabetes, con problemas renales, los hipertensos, los epilépticos y los enfermos psiquiátricos. Todos ellos necesitan unos medicamentos de alto costo que Convida no les está entregando o se está demorando demasiado en hacerlo”, aseguró el personero.

Directivos de Convida aseguran que la EPS está pasando por una crisis financiera. Convida le debe al Hospital El Salvador de Ubaté más de cuatro mil millones de pesos, razón por la que hay demora en las citas, en la atención y hasta en la entrega de medicamentos.

“La realidad es que si no hay flujo de recursos no podemos contratar más médicos, más especialistas, entonces la oportunidad de citas va a ser extensa, entonces quien viene a pedir su cita con un especialista no la va a tener pronta y resolutiva, de la manera que debe ser”, indicaron directivas de El Salvador.

Los gerentes que han pasado por el hospital de Ubaté en los últimos años han tenido reuniones con la mesa directiva de Convida, pero que los acuerdos pactados no han sido cumplidos. Resaltan la gestión del alcalde Edgar Márquez, quien instó a los mandatarios de la provincia a reunirse con el gobernador de Cundinamarca para buscar una solución pronta o, de ser necesario, llevar la petición a instancias nacionales.

Pero en los pasillos del hospital se escuchan las quejas no sólo de los usuarios, sino de los médicos especialistas a quienes no les han pagado desde hace cuatro meses. Algunos se quejan por la falta de información por parte de la mesa directiva del hospital, que adelanta reuniones sin que ellos sepan lo acordado mientras que otros amenazan con dejar el centro de salud, con no prestar más el servicio.

Sin embargo, el personero del municipio considera que la crisis del hospital va más allá de la deuda que tiene Convida con esta institución. “El hospital se escuda en que no tiene recursos, en que Convida no le paga. Pero nosotros hemos dicho que independiente de eso ellos tienen que garantizar el servicio. Por ejemplo, los servicios de urgencias son malos, son lentos, el dispensario de medicamentos no está siempre completo y recibimos quejas hasta de atención a la gente. Créame que aquí llegan más por falta de buena atención que hasta por la misma prestación del servicio”.

El drama de otra familia

Olga también se ha visto perjudicada por la crisis de Convida. Ella es madre de dos niños que requieren de cuidados especiales por su condición mental. La niña tiene 13 años y el niño 7. La pequeña necesita terapias y exámenes en Bogotá y el niño debe usar pañales porque no controla sus esfínteres.  Pero este año todo empeoró: desde febrero no recibe los pañales para su hijo y las autorizaciones de los exámenes que deben realizarle a su hija han tardado más seis meses.

“La niña tiene muchos exámenes en Bogotá. Hice el derecho de petición a ver si ellos me colaboraban con el transporte porque yo briego mucho con ella en el Transmilenio y ni siquiera me respondieron, entonces nos tocó entablar una tutela”, indicó.

Olga, oriunda de Carupa, vive con su esposo y sus tres hijos en una vereda del municipio de Ubaté, pero no puede trabajar porque debe cuidar a sus hijos. Su pareja, Francisco, es el único que labora y reitera la situación difícil que afrontan. “A Nosotros nos toca hacer rendir el sueldo como sea. Toca pagar lo de la pensión en la fundación donde tenemos a los niños, las terapias, la ruta y los pañales. Solo los pañales son como 90 mil pesos mensuales”.

Acuerdos incumplidos por  Convida (16 de mayo de 2016)

-Pago de la mitad de la cartera adeudada de 2015 de Convida al hospital. (aproximadamente 2.100 millones de pesos)

-La generación de autorizaciones automáticamente

-Estar al día en la entrega de medicamentos de pacientes sin costo o de alto costo.

Las IPS

El incumplimiento de pago por parte de las Entidades Prestadoras de Salud (EPS) ha hecho que las Instituciones Prestadoras de Servicio (IPS), contratadas por las EPS, suspendan intermitentemente el servicio a los usuarios.

Luz Helena Salamanca, doctora y gerente de la Unidad Médica Villa de San Diego Orluz Limitada, IPS que cuenta con tres sedes (la Clínica San Luis, la Unidad Médica y La Nueva EPS) considera que el sistema de salud está colapsado no sólo por cómo funciona sino por el desvío de recursos permeados por la corrupción y la falta de veeduría por parte del Estado.

Y es que cuando la Clínica San Luis, la Unidad Médica y La Nueva EPS no pueden atender a sus usuarios son más de 13 mil personas las que se ven afectadas en Ubaté. “Hubo dos días del mes pasado en los que los médicos atendían la consulta, pero no había medicamentos. El proveedor que tenemos lleva también varios años y estaba con Saludcoop.  Se le quedó debiendo mucho dinero entonces él ya no fía. Lo que se le consigne, él manda medicamentos y como en abril y mayo Cafesalud no pagó nada, entonces no había con qué comprar medicamentos y no hubo para entregarlos”, aseguró la gerente de la Unidad Médica.

Agregó que se vieron obligados a cerrar por 48 horas sobre todo por los pacientes crónicos que dependen de la insulina. “Básicamente cerramos por los diabéticos porque es gente que si no se inyecta la insulina entra en un coma diabético. Era algo que se nos salía de las manos. Dos días en los que dijimos: no atendamos a nadie porque la gente se pone furiosa, pero entonces nos dimos cuenta de la dificultad de todos los usuarios para las incapacidades, las prórrogas que había que hacer de estas y muchas cosas que entorpecían el servicio. Entonces volvimos a atender, pero se les advertía que no había medicamentos”.

La deuda de las EPS con la Unidad Médica Villa de San Diego Orluz Limitada iguala a la del hospital El Salvador. Son casi cuatro mil millones de pesos y el mayor deudor es Cafesalud con aproximadamente 600 millones de pesos. Así las cosas, prestar el servicio a los usuarios debe ser una tarea conjunta. “Estamos cansados. Ha sido muy difícil, pero el sólo pensar que hay gente que trabaja en esto. Hay 60 trabajadores de planta y 200 de 176 profesionales. Son casi 300 personas que están viviendo de esta labor y la gente que se está beneficiando, a la que se le está ayudando con su salud”, concluyó la doctora Salamanca.

Los tentáculos de la política

A pesar de que la gerencia del hospital resaltara la labor que viene realizando la administración municipal para agilizar el pago de la deuda de las EPS con la red hospitalaria y las IPS del municipio, el personero Daniel Sánchez aseguró que no ve voluntad política por parte de las autoridades locales quienes, según él, deberían estar actuando de una forma mucho más rápida y eficaz. “A los mandatarios, a los concejales, a los gerentes y a todo el mundo le da miedo pedir ayuda porque la política está inmersa en todos esos lugares”.

Sánchez denunció que los alcaldes están permitiendo que gente adinerada esté incluida en el Sisben, lo cual reduce los recursos para la población que realmente necesita el servicio. “Cuando a uno le dicen que el 90% de los ubatenses son del régimen subsidiado, entonces uno se pregunta ¿El 90% es deprimido en Ubaté? Hay una falta de sensibilidad social por parte de ciertos sectores económicos”.

Se espera que, en este mes, el departamento de Cartera de Convida se reúna con la mesa directiva del hospital El Salvador para acordar pagos y hacer mejoras en el servicio.

Karla Amaya Granada

REDACCIÓN LA VILLA