A pesar de las lluvias que se han presentado en las últimas semanas, el embalse El Hato se encuentra con una capacidad del 42% y una tendencia descendente. Así lo dio a conocer el último reporte de seguimiento y análisis de los estragos que viene causando en Fenómeno de El Niño entregado por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).
El reporte no es muy alentador para el departamento, ya que la Embalse San Rafael, ubicado en La Calera, está en su nivel más crítico al alcanzar una capacidad del 16%, mientras que el Embalse del Tominé está con 33%. Ambos con tendencia descendente.
El Embalse del Neusa es la fuente de agua con mayor nivel, al tener una capacidad del 61%, sin embargo, también presenta una tendencia descendente.
El director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Carlos Iván Márquez Pérez, indicó que «La llegada de las lluvias permitirá que, de manera progresiva, se llenen lentamente los embalses, ya que así como el fenómeno de El Niño hizo que los niveles se bajaran hasta un 27%, hoy se espera que empiecen a recuperarse generando la reactivación del sector agrícola y el transporte fluvial. Adicionalmente se deben generar esquemas de aprovechamiento del agua«, aseguró.
De la misma manera indicó, que si bien se están presentando lluvias en el país, no se debe bajar la guardia ante los efectos finales del fenómeno de El Niño.
REDACCIÓN LA VILLA