El pasado 28 de mayo de 2024, el Congreso de la República marcó un hito al aprobar la ley que prohíbe la tauromaquia en todas las plazas de toros de Colombia, generando un intenso debate nacional sobre el uso y el simbolismo de estos espacios. Duitama, Boyacá, fue pionera en celebrar esta decisión con un acto público que puso fin a la época taurina en el país.
El 25 de junio de 2024, en un evento histórico, la reconocida antigua plaza de toros de Duitama fue testigo del derribo de la estatua de César Rincón, torero de los años 90. La decisión, liderada por el alcalde José Luis Bohórquez, incluyó el traslado de la estatua y la convocatoria a artistas locales para definir un nuevo monumento que transformara el espacio. «Este es un espacio para transformar y celebrar la vida, y eso es lo que vamos a hacer», expresó el mandatario en su momento.

Ocho meses después, la transformación se materializó. Hoy, la plaza de toros de Duitama, ahora conocida como la plaza de todos, alberga un conjunto escultórico de tres osos andinos, un homenaje a la vida y la biodiversidad. Según el alcalde Bohórquez, esta especie fue elegida por su importancia ecológica y porque 12 ejemplares han sido identificados en un corredor que conecta los páramos Pan de Azúcar y De La Rusia, en jurisdicción de Boyacá y Santander.
“Tenemos un deber y es cuestionar hacia dónde va la humanidad, a quién homenajeamos. Estamos seguros de que debemos respetar la historia, pero la sociedad va cambiando y no podemos perpetuar temas como la afectación del bienestar animal”, señaló Bohórquez, defendiendo la decisión.
El cambio ha generado reacciones encontradas. Mientras que muchos aplauden la transformación como un símbolo de conciencia ambiental y respeto por los animales, otros consideran que la retirada de la estatua de César Rincón es un desprecio hacia una figura central en la historia de la tauromaquia en Colombia.
Cabe destacar que el oso andino, también conocido como oso de anteojos, es una especie en peligro de extinción que habita en las montañas de los Andes. Su conservación se ha convertido en una prioridad para organizaciones ambientales en el país, y este reconocimiento en Duitama refuerza los esfuerzos por protegerlo.
Con esta transformación, Duitama se posiciona como un ejemplo de cambio y reconciliación entre la historia, la naturaleza y las nuevas prioridades sociales.