Tito, como cariñosamente le dicen su familia y amigos, tiene 32 años y desde que tiene uso de razón, los carros grandes han sido su pasión. Creció en Pueblo Viejo, una vereda de Cucunubá, donde el paso de tractomulas, dobletroques y volquetas es muy frecuente.
Siempre soñó con tener un vehículo así, pero los recursos económicos en su familia eran escasos, así que decidió crear uno que estuviera a su alcance. “Me dediqué a trabajar y hubo un día que me accidenté y no tenía nada que hacer así que decidí comprar unas tablas para hacer un regalo (un carro) a un sobrino que estaba cumpliendo años, y se lo regalé y un señor me dijo: tiene mucho talento. Aprovéchelo”, cuenta.

Desde los 22 años, Victor Manuel Chacón Lancheros ha perfeccionado su arte creando varios carros a escala y ha hecho más de 300 modelos. “Con el tiempo fui mejorando la técnica, porque al principio sí eran feitos, pero ya he mejorado demasiado” indica.
Tito entendió que para fabricar réplicas de carros en diferentes escalas debía aprender a vectorizar y para eso requería otro tipo de conocimiento y preparación, así que buscó la ayuda de un amigo arquitecto que, con paciencia y dedicación, le enseñó lo básico para que aprendiera.
“Yo viajaba a Bogotá y mi amigo me enseñaba tres o cuatro horas. Luego compré una máquina especial para el proceso y pensé que era fácil de manejar porque veía tutoriales en internet. Cuando la tuve, la máquina duró tres meses parada porque no sabía cómo usarla”, cuenta entre risas Tito, quien lleva más de 10 años realizando réplicas de vehículos.

Él reconoce que cuando inició con este oficio, para el cual se necesita mucho talento y atención al detalle, tuvo que comprar algunos vectores para tractomulas y camiones, ya que desconocía el proceso para hacerlo. “Llegué a pagar hasta 200 mil pesos por cada vector”. Ahora, es él quien los desarrolla.
Este ubatense estudió hasta noveno bachillerato y luego tuvo que prestar servicio militar. Una vez finalizada esta etapa buscó trabajo en el sector minero y hoy no cuenta con un trabajo estable, así que realiza algunos turnos en minas de carbón y cuando no lo llaman dedica su tiempo a fabricar las réplicas que tanto disfruta hacer. “Mi familia me dice que le haga pa´lante, que el día menos pensado, ese (hacer réplicas) va a ser mi sustento”.
¿Qué tamaños maneja en las réplicas?
Los modelos que Tito desarrolla son creados del tamaño que el cliente prefiera y se manejan por escala. “Si la persona quiere uno de 1 metro y 32 centímetros de largo, o de 1´28, 1´25 o 1´20. El más grande que he hecho es de 1´50 de largo, y de alto con carpa y todo queda de 35 centímetros. Luego, una vez hago el vector en el computador, ahí paso a la cortadora láser para agilizar el proceso”, señala.



Relata, además, que el tiempo de fabricación de una réplica puede tomarle hasta mes y medio dependiendo de los detalles y las funciones que esté buscando el cliente en el producto solicitado. “Cuando alguien quiere un carro sencillo, lo más sencillo es un carro pintado, que no abra puertas, pero lleva sus luces y todo”.
Las réplicas realizadas por Tito son fabricadas con madera de pino, pintura automotriz, poliéster y poliuretano.
Si desea conocer su trabajo o cotizar alguna pieza puede comunicarse con Tito al 321-3365266 o seguirlo en Instagram en la cuenta Tito Creaciones.