Al mal estado de la vía que de Ubaté conduce a Lenguazaque, se suma otro dolor de cabeza que tiene aún más molestos a los conductores de los vehículos de carga que transitan por este corredor vial. Se trata del tramo ubicado exactamente a la altura del peaje La Balsa, pues, debido a su mal estado, varios vehículos deben lidiar al pasar este punto.
Fue el caso del transportador Rigoberto León, quien hace una semana sufrió el paso por este punto que derivó en que una de las llantas de su tractomula se pinchara”. “En el costado derecho (sentido Ubaté – Lenguazaque), donde estaba antiguamente la caseta del peaje, hay mucho hueco, y por no dañar el bomper, desvié, hice el zigzag y, sorpresa, me encuentro dos pedazos varillas de media que sobresalían de la vía, y se estalló la llanta delantera”, contó a LA VILLA el frustrado conductor. El hecho se presentó sobre las 4:00 de la mañana del pasado 12 de enero.
Enojado por lo sucedido, don Rigoberto reclamó exigiendo que le respondieran por la llanta que había sufrido el daño y que, hasta tanto eso no sucediera, no movería su vehículo. Por lo anterior, el paso en esta vía se vio interrumpido por varias horas y las filas de carros, especialmente de carga, se extendieron por varios kilómetros en ambos costados.
Sin embargo, tras más de seis horas de bloqueo, su reclamo no terminó como lo esperaba. De acuerdo con el relato del conductor afectado, la Policía le indicó que debía retirar su vehículo. “Nadie dio solución, no responden (…) me dijeron que tenía que quitar el carro o venía la patrulla de carreteras, lo inmovilizaba y me hacían un comparendo. Seguimos en la mismas, la carretera vuelta nada, un peaje que me parece injusto que cobren y que se dañen las cosas y nadie responda”, dijo.
Con la ayuda de otros conductores, don Rigoberto completó para poder despichar, asumir los costos de reparación de su vehículo y continuar con el viaje. “Yo aquí pagó $23.000 mil pesos por cada paso, es decir un total de $46.000 mil de ida y vuelta; no es justo que esto siga pasando”, concluyó.
¿Un problema sin solución?
Una semana más tarde, en la mañana del viernes 20 de enero, la situación se repitió, otro vehículo de carga resultó pinchado tras su paso por el peaje, debido a los tornillos expuestos de los taches instalados. Una vez más, la tractomula quedó atravesada y el paso quedó bloqueado.
El comandante del distrito de Policía de Ubaté, Mayor Cardona, llamó la atención sobre la situación que se viene presentando en esta vía, indicando que se debe garantizar lo mínimo como el carro taller o grúa. “Si ustedes (el ICCU / consorcio) tuvieran un carro taller, este se encargara de asistir a los vehículos afectados; o una grúa, las cosas serían diferentes, pero así no podemos. Si ustedes quieren que este tipo de bloqueos no se presenten, démosle lo mínimo a la gente”, mencionó.
Agregó que como policías no van a ir a buscar mecánicos. “Eso pasó hace ocho días y le tocó al Policía dejar de hacer sus funciones por ir a buscar a un mecánico, eso no puede pasar”, precisó.
La operaria presente indicó que el caso ya es de conocimiento del Instituto de Infraestructura y concesiones de Cundinamarca (ICCU).
Sin respuestas
En repetidas ocasiones, LA VILLA llamó y envió mensajes a la directora del ICCU, Nancy Valbuena; al igual que a la jefe de prensa de la Gobernación de Cundinamarca, Lina Chaparro, para conocer información de los hechos de los últimos días y de la pavimentación; sin embargo, al cierre de este artículo, no hemos recibido respuesta alguna.
Solo se ha conocido un comunicado del ICCU, que circula en redes sociales, en el que indica que “mediante el contratista Consorcio Vial JPM informa a la comunidad que el día 21 de enero se hará la demolición de las barreras de concreto de la antigua caseta del peaje La Balsa. Para esta actividad se realizará el cierre del carril sentido Lenguazaque – Ubaté, y se habilitará el trafico alternado del carril adyacente”, se lee.