Edwin Andrés Figueroa Lara, tiene 37 años y lleva cuatro dedicado a cultivar champiñón de distintas variedades. Es el propietario y líder de Champiñón Los Pinos, un emprendimiento ubicado en la vereda Concubita en Sutatausa, Cundinamarca.
Su rutina inicia todos los días a las 5:30 de la mañana, cuando llega a su cultivo a empezar sus labores. “Llego a hacer todo el procedimiento de empaque, se enlista todo, y tipo 10:00 de la mañana empiezo a enviar el champiñón a los clientes”, narra Edwin.


Los champiñones los comercializa con clientes distribuidos en Bogotá, Chía, Zipaquirá, Ubaté, Chiquinquirá, Simijaca y alrededores.
El proceso
Todo empieza en el área de las camas, lugar donde nace el hongo de champiñón. Las semillas las trae de Estados Unidos y Holanda. Con una base de compós, que él mismo prepara; se espera alrededor de 30 días, luego pasa a la pasteurización del compós, que dura alrededor de 6 días y, finalmente, siembra las semillas en bolsas de 10 kilos.


“Se pasa a las salas y de cada bolsa sale de dos a tres kilos durante tres oleadas (cortes) en un periodo de 30 días; se recoge y se ingresa a las bandejas”, detalla.
Cuando pasan las tres oleadas se cambian las bolsas, se saca todo y se repite el proceso. La sala cuenta con un sistema de ventilación con diferentes ductos.
El oficio
Edwin Andrés trabajó comercializando durante varios años en Corabastos, Bogotá, y cuenta que gracias a esa experiencia nació la idea de este proyecto que empezó antes de pandemia. “Nos venimos aquí para la finca y se inició el proyecto del champiñón, y hasta el momento ha sido todo un éxito”, manifiesta.

Maneja champiñón parís, portobello, shiitake, melena de león y otras variedades, y es el principal cultivo en la zona. Cuenta que diariamente saca entre 400 a 600 kilos de champiñones. Se comercializa principalmente en mercados gourmet.
Contactos
Para ubicar a Edwin Andrés y conocer más, se pueden comunicar al 321-4002307.