La Alcaldía de Fúquene inició estrategia dirigida a fortalecer integralmente este sector artesanal, con la que busca desarrollar alianzas e identificar oportunidades para la comercialización de sus productos.
José Oliverio Pachón tiene 83 años, vive solo desde hace 20 y del trabajo como artesano del junco en el municipio de Fúquene, Cundinamarca, depende en gran medida su sustento diario.
En su humilde hogar, ubicado en la vereda Nuevo Fúquene, tiene su taller, un improvisado cuarto en el que organizó cada espacio para facilitar su labor. Hace sopladoras y canastos, que posteriormente se exponen a bordo de la vía Ubaté – Chiquinquirá en su paso por la Laguna de Fúquene y que, mayoritariamente, sus principales clientes son los turistas que transitan por este corredor vial.
Sin embargo, desde el inicio de la cuarentena en el mes de marzo, a causa de la pandemia del coronavirus, el turismo se redujo a cero y el paso de vehículos -con los potenciales clientes a bordo- dejaron de transitar, cerrando las opciones de comercialización a las artesanías de José Oliverio. “La pandemia nos afectó el trabajo. Antes en la semana hacía de dos a tres docenas de sopladores y 30 canastos al mes, ahora solo es cuando me encargan uno que otro”, cuenta.
Para él, que por ahora solo vive del subsidio del adulto mayor, el cual recibe cada mes, y de los pocos trabajos que vende, la situación no ha sido fácil, por lo que espera las cosas mejoren para todos los artesanos que dependen de esta actividad.
Por la misma situación pasa doña Ana Rosa Pachón Castiblanco, de 82 años de edad, quien también vive sola desde hace seis años, cuando su esposo falleció.
Como muchos en esta vereda, doña Ana Rosa trabaja con la artesanía en junco. También hace canastos de todos los tamaños, los cuales vendía a los distribuidores a bordo de carretera, pero que como José Oliverio, los pedidos pasaron a cero a causa de la actual situación.
A ella la acompañan sus mascotas: dos perros y tres gatos, quienes no la abandonan a donde va, incluso cuando camina unos 200 metros de camino a ver un par de vacas, que por ahora son su único sustento.
Ya son más de 120 días de aislamiento en Colombia y aunque varios sectores ya empezaron tímidamente abrir sus actividades con todas las medidas de bioseguridad, las restricciones de movilidad y la inactividad del turismo sigue pasándole factura a estos artesanos que no ven a corto plazo la reactivación económica de este sector.
Ante esta realidad, la Administración Municipal de Fúquene, hace énfasis en la necesidad de crear un canal de distribución local en apoyo a este mercado, uno de los más afectados por la pandemia.
Alejandra Tunjano Briceño, secretaria de Desarrollo Social de Fúquene, indicó que la mayoría son población vulnerable que necesitan ayuda para reactivar su economía. “Todos vivían de la venta diaria a los turistas, y con la paralización total de la circulación, las ventas cayeron”.
Agregó que buscan reactivar su mercado de manera local. “Ya hemos entregado más de 2.500 mercados, gracias al trabajo incansable del alcalde Fabio Domingo Cortés, quien no ha descansado en esta lucha que les solventa por unos días, y que ahora necesitan es una oportunidad”, señala.
Así las cosas, la propuesta va dirigida a todos los ciudadanos que deseen adquirir algunos de estos productos realizando una compra solidaria o un aporte voluntario a través de la Secretaría de Desarrollo Social de Fúquene, donde los interesados podrán conocer la oferta artesanal y el directorio de los artesanos, en el cual se encuentran los datos personales para contactarlos directamente.
Si usted desea apoyar el trabajo de José Oliverio, doña Ana Rosa Pachón o demás artesanos del junco de Fúquene, se puede comunicar a la línea celular: 314-2263767.
JORGE SUÁREZ CELIS
REDACCIÓN LA VILLA