Subimos por le barrio San José montaña arriba, por la vía que conecta con el barrio Viento Libre. En un punto central, y luego de recorrer alrededor de cuatro kilómetros, empezamos a caminar la montaña, según la información recibida, por ahí están ubicados los ‘cambuches’. Cuatro carabineros: una subteniente, y tres patrulleros, todos armados, acompañan el recorrido, otras tres unidades siguen el recorrido por la vía en la patrulla.
Atravesamos la montana al oriente. Senderos definidos y marcados nos llevan por los verdes terrenos. Luego de avanzar cerca de tres kilómetros en ascenso, a lo lejos se ve una improvisada habitación. Con bolsas, cuerdas y bases de madera, improvisan una‘casa’ en medio del bosque, en medio de la montaña. Alrededor se encuentran partes de celulares de baja gama, junto con ropa colgada y latas de cerveza acumulada.
Los efectivos de la policía inspeccionan el lugar, en donde hay ropa doblada y organizada, y encuentran cuatro armas blancas, que tenían el tamaño de una regla escolar, la de 30 centímetros, y pipas para consumir droga. Más arriba, como a 5 metros había otro ‘cambuche’.
Maletas de colegio, zapatos y demás objetos ‘adornan’ el paisaje de Apartadero Alto sector La Brisas.

Era viernes, 11 de la mañana. No había nadie. Los ‘residentes’ del sector no aparecieron durante la hora que estuvimos en lugar. Al llegar a lo alto de la montaña, la panorámica de Ubaté es única, casi exclusiva, que a los amantes del senderismo o simplemente de quienes disfrutan caminar en montaña le gustaría apreciar, así como lo hacen en el ‘Cerro de la Teta’, San Luis o Palacio.

Al bajar la montaña llegamos a Las Brisas. Las primeras casas del lugar, muy cerca a ‘la falda’ del cerro, se ven, y al preguntarles a las personas que viven en esas casas sobre quiénes son los que habitan en medio de la montaña, recibimos evasivas. Como era de esperarse. Situación qué se repitió en otra vivienda. Sólo una señora, que no reveló su nombre, nos contó que por esta zona “suben muchachos con muchachas uniformadas, niñas de colegio” y ella misma se preguntó:
– Una niña de 12 años, ¿qué hace con un tipo de 20?
Lo siguiente que pronunció fue su agradecimiento a la policía de carabineros por estar haciendo una ronda por el sector.
Al seguir bajando por la vía principal, llegamos al barrio Viento Libre. Aquí ya se empieza a ver más viviendas y por ende más gente. Es un lugar más habitado. Hay un colegio de primaria, una cancha para practicar microfútbol y baloncesto y varios establecimientos comerciales (tiendas).
Primera entrega*
REDACCIÓN LA VILLA