Según un estudio realizado por la Corporación Transparencia por Colombia con el apoyo de la Unión Europea, el Gobierno Nacional y la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia (APC), tres de las 13 alcaldías con más alto riesgo de corrupción se encuentran en el departamento de Cundinamarca. Se trata de Sueca, Sopó y Tocancipá.
El estudio, que fue publicado en ELTIEMPO.COM, determina que estos municipios reportaron niveles bajos en el ‘Índice de Transparencia de las Entidades Públicas’, y cómo las condiciones institucionales y las prácticas de las autoridades públicas pueden llegar a favorecer a la corrupción.
Estos pueblos, que están cerca de la capital de la república, tienen el reto de administrar lugares en permanente crecimiento físico y poblacional gracias a la llegada de nuevos proyectos de vivienda y de parques industriales y que incrementan las fuentes de ingreso para estos municipios.
Sobre este caso la directora del área del sector público de Transparencia por Colombia, Marcela Restrepo Hung, advierte que “Por más interés de liderazgo que tenga un alcalde y su equipo de gobierno, reciben unas ‘máquinas vetustas’, que son las administraciones municipales” y resalta la necesidad de llamar la atención sobre los municipios que empiezan a recibir buenos ingresos.
A su vez insiste en que si no hay un buen capital institucional, se puede despilfarrar totalmente los recursos gracias a la ineficiencia. En general, las alcaidías de Cundinamarca se rajan en: contratación y recursos públicos, nuevas tendencias en gobernanza, en medidas anticorrupción y en gestión humana.
Las administraciones municipales rajadas
El municipio de Sopó, por ejemplo, no cuenta, dentro de la Administración, con un director o área responsable de abrir espacios de participación ciudadana y que promueva el diálogo con la comunidad en temas importantes como el Plan de Ordenamiento Territorial, tema que no fue discutido con las población.
En el caso de la Alcaldía de Tocancipá, esta se rajó por la nula divulgación de información clave para los ciudadanos, como son los temas de subsidios de vivienda y los planes de salud. Así mismo, aunque el municipio cuenta con un plan anticorrupción, se raja en materializar esos objetivos en metas y acciones claras que protejan los recursos públicos.
Otro de los aspectos faltantes, es que la mitad de sus contrataciones sigue siendo por modalidad directa, lo que afecta la posibilidad de hacer procesos que favorezcan la meritocracia.
En cuanto a la vigilancia de los recursos públicos, en Suesca, poco se había logrado. Así lo considera su alcalde, Nelson Roberto Mestizo, quien aseguró que apenas en los últimos dos años se comenzó a hacer una divulgación de las cuentas municipales a toda la población y que hasta hace poco se constituyó la primera oficina de control interno para la administración.
Sin embargo, no se ha hecho una reestructuración de la plata administrativa, porque “el presupuesto es tan bajo, que no se puede disponer de más personal”, explica Mestizo.
Actualmente, para el municipio trabajan de planta 44 personas y como contratistas una cifra similar.
Las preocupaciones de Transparencia por Colombia
Para la vocera de Transparencia por Colombia, continúa existiendo mucha contratación excepcional, es decir, las alcaldías tienen un alto porcentaje de vinculación directa, lo que da mayor oportunidad de contratar a dedo y que, de esta forma, no se sepa a quiénes se están llevando a trabajar al sector público.
En consecuencia, las contrataciones municipales seguirán siendo el incentivo número uno para que los políticos locales fortalezcan su electorado de cara a las elecciones.
El artículo también anota que: más allá de la contratación, el riesgo de corrupción también queda manifiesto para el estudio en la casi nula gestión que han hecho estas alcaldías por modernizar o, incluso, crear sus oficinas de control interno; por implementar estrategias de talento humano y anticorrupción; y especialmente, por incentivar la participación ciudadana para que sea vigilante del cumplimiento de las promesas electorales y las finanzas públicas.
“Estamos retrocediendo en el control social que hacían los ciudadanos. En los últimos años se ha perdido todo lo que habíamos logrado en cuanto a los niveles de participación”, alertó.
Los tres municipios comparten indicadores muy similares en la falta de divulgación de lo que hacen y los vacíos en términos de control administrativo y financiero.
Cuáles alcaldías han protestado
El Alcalde Municipal de Tocancipá, Carlos Julio Rozo, mediante comunicado oficial rechazó el artículo que ELTIEMPO.COM publicó basado en el informe que Transparencia por Colombia realizó a 46 municipios que de manera voluntaria participaron en la evaluación.
El comunicado indica, entre otras cosas, que fueron “afirmaciones apresuradas y equivocas” y por lo tanto, adelantará acciones judiciales para que sea aclarada y rectificada la información y “se revindique el buen nombre” de Tocancipá.
REDACCIÓN LA VILLA