En la vereda Pueblo Viejo del municipio de Cucunubá, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), de la mano con la Fuerza Pública suspendió la explotación de una mina subterránea de carbón que venía siendo operada sin permisos ambientales y por fuera del área autorizada en el título minero.
Profesionales de la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental (UIGA), de la CAR, junto con efectivos de Grupo de Caballería Mediano No. 13 del Ejército Nacional, la Fuerza Aeroespacial Colombiana y el Grupo de Carabineros y Protección Ambiental de la Policía Nacional, sorprendieron en situación de flagrancia actividades de explotación y extracción subterránea de carbón mineral de forma mecanizada, en zona rural de Cucunubá.
Al iniciar el recorrido por la zonal el personal técnico de la Corporación evidenció que la actividad se venía haciendo en un área aproximada de 0,36 hectáreas; igualmente, dotado de infraestructura característica de la actividad minera como campamentos, caseta y malacate, patios de descargue de carbón, de estéril y de maderas y zonas de almacenamiento.
Al momento de la diligencia, al personal que se encontraba operando le fue requerida la presentación de los permisos, tanto minero como ambiental, lo cual permitió evidenciar que la actividad no cuenta con licencia ambiental y que la bocamina o socavón se encuentra en un punto ubicado por fuera de la zona cobijada por el título minero.
A lo anterior, se sumó el hecho de que en el lugar se observó un cuarto con techo, pisos y paredes donde se venían almacenando residuos con características de peligrosidad tales como aceites usados, sólidos impregnados con aceite y Residuos de Aparatos Electrónicos y Eléctricos – RAEE resultantes de la actividad.



Estos desechos estaban almacenados junto con los residuos ordinarios, lo cual ocasiona contaminación cruzada, toda vez que la disposición inadecuada de aceites usados afecta la composición fisicoquímica del suelo al compactarlo e impermeabilizarlo, lo que impide la infiltración de agua y aire. Esto reduce su capacidad de retención hídrica y su porosidad, modificando su estructura.
Además, introduce sustancias tóxicas como metales pesados que altera la actividad microbiana esencial para la fertilidad, llevando a una degradación generalizada de la calidad del suelo. De igual forma, el aceite usado se convierte en parte del lixiviado que al infiltrarse termina afectando las aguas subterráneas y/o superficiales, haciendo que éstas no sean aptas para el consumo humano.
Así las cosas, se dispuso la suspensión de actividades de explotación y extracción de carbón mineral subterráneo en este predio, mientras se avanza en la identificación de otras afectaciones que den lugar a otras sanciones por parte de la autoridad ambiental.

