La incertidumbre que rodeaba la desaparición de Andrés Felipe Morales, músico de vocación, llegó a un desgarrador desenlace con el hallazgo de su cuerpo sin vida. Desde el Jueves Santo, día en que salió de su hogar para una caminata, sus seres queridos perdieron todo contacto con él. «Cantará desde el cielo», expresó su hermana, sumida en la devastación de la pérdida.
La confirmación del fallecimiento de Andrés Felipe Morales, el joven músico desaparecido desde el pasado Jueves Santo, 28 de marzo, fue anunciada por su familia en la tarde del miércoles 3 de abril, sin detallar las circunstancias de su muerte ni los pormenores de su hallazgo.

Lina Morales, quien había hecho un llamado desesperado para encontrar a su hermano de 28 años, reveló la trágica noticia sobre Andrés Felipe Morales casi una semana después de su desaparición. «Ante todo, gracias a todos por su apoyo incondicional. Andrés finalmente ha sido encontrado. Lamentablemente, ya no está con nosotros», lamentó. «En estos momentos, nuestros corazones y almas están desgarrados (…). Andrés Morales entonará su música desde el cielo», añadió la joven en medio del profundo dolor que embarga a su familia.
¿Qué ocurrió con Andrés Felipe Morales?
«La última vez que lo vimos fue cuando salió de nuestra residencia en Vianí, Cundinamarca, llevando consigo su guitarra para dar un paseo. Esta era una rutina habitual para él, siempre regresaba o se dirigía hacia la casa de algún vecino, pero esta vez no volvió y desde entonces no hemos sabido nada de él», relató Lina Morales.
«La Policía, el Gaula y la Sijín de Cundinamarca han estado llevando a cabo una exhaustiva investigación desde el sábado. Se han revisado cámaras de seguridad, además de que la familia y amigos hemos estado buscando incansablemente en todos los lugares posibles, pero hasta ahora no hemos encontrado ni una sola pista que nos indique qué pudo haber ocurrido», agregó en una conversación con Noticias Caracol Ahora.
Lina también enfatizó que Andrés Felipe Morales no era en absoluto una persona agresiva, sino más bien alguien de naturaleza tranquila, lo que hace aún más desconcertante su desaparición.