17 niños provenientes de veredas del municipio de Cucunubá tuvieron la oportunidad de explorar los pasillos históricos del Capitolio Nacional y conocer la Casa de Nariño en la capital del país. Esta visita no solo representó un sueño hecho realidad para estos jóvenes, sino también un momento significativo para fomentar el conocimiento cívico y la conexión con la historia y el gobierno de Colombia.
El grupo de niños, provenientes de diversas veredas rurales de Cucunubá, pudo aprender más sobre la política y la historia de su país. La iniciativa, impulsada por la Alcaldía de Cucunubá, quien los llevó a vivir una experiencia educativa única que expandiera sus horizontes y les permitiera conocer de cerca las instituciones que rigen la nación.


El día comenzó con una visita al Capitolio Nacional, un edificio icónico que alberga el Congreso de Colombia. Los niños, asombrados por la magnificencia arquitectónica del lugar, tuvieron la oportunidad de recorrer las salas de debate, conocer el salón elíptico y aprender sobre el proceso de creación de leyes y la importancia del diálogo en la democracia.
Posteriormente, el grupo se dirigió a la Casa de Nariño, la residencia oficial del Presidente de Colombia. Allí, tras cumplir todo el protocolo de seguridad, los niños y jóvenes pudieron recorrer los jardines y las salas principales de la Casa de Nariño, aprendiendo sobre la historia del lugar y su relevancia en la toma de decisiones del país.
Para Luis Miguel Murcia, de la secretaría de Gobierno de Cucunubá, este tipo de espacios refuerza las competencias ciudadanas y su participación. “Los jóvenes tuvieron la oportunidad de sentarse en las mismas sillas donde los congresistas crean las leyes del país, chicos que de pronto no tienen la oportunidad de ir a Bogotá y conocer estos espacios históricos e importantes del país”, explicó.

Agregó que desde el programa de fortalecimiento a la participación ciudadana “el ideal es incentivar a los niños a involucrarse cada día más en la acción del Estado”.
La visita dejó una profunda impresión en los niños, quienes regresaron a sus veredas con un sentido renovado y con una mayor comprensión de su papel en la sociedad. “La actividad no solo enriqueció el conocimiento de los niños sobre la historia y la política de Colombia, sino que también inspiró en ellos el deseo de seguir aprendiendo”, concluyó Murcia.
