Interesada en todas las formas de aprovechamiento de recursos y motivada por su trabajo en el campo, Diana Valvuena Buitrago, una habitante de la vereda Tausavita, en Ubaté, Cundinamarca, es una de las participantes del programa “Conciencia Verde”, impulsado por la Empresa de Servicios Públicos de Ubaté (Emservilla), que busca optimizar recursos y aprovechar el entorno en beneficio del medio ambiente.
El programa educativo de Emservilla “Conciencia Verde”, continúa dando frutos e impactando positivamente las escuelas y las familias en distintas veredas del municipio de Ubaté. A este proyecto se han sumado diferentes colegios de Ubaté, y el Santa María fue uno de los que participa.

Es el caso de la sede de Tausavita Bajo, quienes participan en la iniciativa bajo el nombre: “La escuela, y un alimento para una lombriz”.
Todo se remite al mes junio de 2022, luego de que profesionales de Emservilla los visitara para una capacitación, Diana y su hijo, junto a otros siete compañeros, se vincularon a la iniciativa liderada por la Empresa de Servicios Públicos de Ubaté, con el objetivo de contribuir con su trabajo a la conservación del medioambiente y el aprovechamiento de residuos.
“Este ha sido un aprendizaje muy lindo para todos, nos ha permitido aprender más sobre la manera en la que podemos aprovechar los desechos de material orgánico y contribuir económicamente a las actividades de la escuela”, indicó Diana.

Este grupo de niños, con el acompañamiento de sus padres, tiene un lombricultivo en el que actualmente se produce humus líquido que es vendido para ser utilizado como abono en huertas caseras o jardines. Y para el próximo año tienen como objetivo ampliar la producción de este abono y así aumentar su venta en empaques más grandes.
Para Diana, ‘la escuela y un alimento para una lombriz’ ha permitido que los niños aprendan a reutilizar los residuos orgánicos de cada uno produce en sus casas y que esto sirva para alimentar las lombrices.


Junto a esto también se ha fortalecido la capacitación sobre la forma adecuada de separar y reciclar los residuos sólidos como el cartón, el vidrio o el plástico.
El trabajo por el medioambiente no para ni en vacaciones para estos jóvenes, pues durante estas semanas de descanso han continuado recolectando desechos en sus hogares y alimentando los pequeños huéspedes de los cuales son responsables.

El lombricultivo ha recibido acompañamiento de Emservilla y capacitaciones de la CAR, junto a todo el esfuerzo de los niños y sus padres que califican la actividad como “enriquecedora” y “gratificante” para ellos y sus hijos.
De acuerdo con Emservilla, este programa ha generado impacto ambiental en nueve veredas de Ubaté y más de 200 personas se han sumado en las fases de socialización, operación y seguimiento.