En operativos relámpagos realizados recientemente en la provincia de Ubaté, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) evidenció actividades de explotación y extracción de carbón mineral, de forma mecanizada y con fines de comercialización sin contar con los debidos permisos.
En las minas Perla Negra y Cerrejoncito, ubicadas en los predios Las Carboneras y El Manzano de la vereda Pueblo Viejo del municipio de Cucunubá, la entidad decomisó maquinaria en flagrancia utilizada para esta práctica irregular.
“Nos encontramos con actividades de explotación y extracción de carbón mineral de socavón de forma mecanizada sin ninguna licencia, por lo que impusimos medida preventiva, realizamos el decomiso de cinco martillos percutores y se desconectaron y retiraron los transformadores ilegales con los cuales se realizaba la infracción ambiental”, explicó Clara Álvarez, líder de la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental (UIGA) de la CAR.
La diligencia estuvo acompañada por el CTI de la Fiscalía, encargado de exponer las órdenes de allanamiento emitidas por el fiscal Séptimo Especializado de Bogotá, perteneciente a la Unidad Especial de Violación contra los Derechos Humanos y Medio Ambiente.
En otra serie de operativos realizados previamente, la Corporación impuso siete medidas preventivas a igual número de minas, de las cuales tres ejercían la actividad sin ningún tipo de permiso.
“Se trata de las bocaminas denominadas Siete Bancos, El Depósito y La Nueva, ubicadas en la vereda Peñas de Boquerón, donde impusimos medidas preventivas en flagrancia de suspensión de actividades”, explicó Yúber Cárdenas, director regional de la CAR en Ubaté.
Según informó el funcionario, otras de las minas inspeccionadas no cumplían con la normatividad en algunos de sus procesos.
Es el caso de la mina La Arenera del municipio de Lenguazaque, donde la autoridad ambiental encontró modificaciones al terreno, así como la construcción de nuevos frentes de explotación sin criterios técnicos. Además, evidenció la presencia de altos niveles de material particulado e inadecuado manejo de las aguas de escorrentía con riesgo potencial de contaminación a la quebrada Palizada.
“Estas actividades mineras sin fundamentos técnicos afectan los ecosistemas. Nos preocupan los daños al suelo, al aire y a las fuentes hídricas que son vitales en esta región de Cundinamarca por lo que procedimos a la suspensión de las actividades”, aseveró el director de la Regional Ubaté de la CAR.
En la mina El Rabanal, también en Lenguazaque, la entidad evidenció una alteración topográfica que afectó el paisaje de la zona y causó daño a las especies de flora y fauna, al igual que en la cantera Boca Minerva de Cucunubá donde fue identificada una explanación y además se evidenció la carencia de manejo de aguas de escorrentía y de sistemas para la extracción y vertimientos.
La entidad informó que continuará realizando operativos en todo el territorio con el fin de contrarrestar el impacto que la minería ilegal causa a los ecosistemas y recursos naturales, mientras avanza en la definición de los planes de restauración y medidas compensatorias de acuerdo a lo previsto en la legislación ambiental.