Los estudiantes de La Presentación y del Santa María que obtuvieron el mejor puntaje del Icfes en Ubaté

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Sebastián y Valeria lograron un reconocimiento de no solo su colegio, profesores o familia, sino de las universidades más importantes del país. La Villa.

El 27 de agosto de 2018 más de 648 mil estudiantes presentaron la prueba del ICFES, que mide las competencias y el nivel académico de los estudiantes colombianos quienes son calificados en un puntaje global de cero a 500.

Para el caso de Ubaté, el mejor estudiante fue el alumno del Colegio de La Presentación, Juan Sebastián Rodríguez Chíquiza, de 17 años de edad, quien obtuvo un puntaje individual de 402, ubicándose en la casilla más alta en la región.

En los colegios oficiales, por su parte, el Santa María obtuvo el primer lugar y el segundo a nivel municipal, (después de La Presentación) y la alumna Flavia Valeria Peláez Castiblanco, de 16 años de edad, fue la estudiante más destacada, al alcanzar 367 puntos.

Sebastián y Valeria lograron un reconocimiento de no solo su colegio, profesores o familia, sino de las universidades más importantes del país, que se dieron a la tarea de buscar a los brillantes alumnos para becarlos durante toda la carrera profesional.

Destacado alumno

Por un lado, Sebastián fue un destacado estudiante durante su proceso académico. En las Pruebas Saber de los grados tercero, quinto y noveno, como en los simulacros de entrenamiento que su colegio realizó en décimo y once, donde demostró su conocimiento que le valió para ser tenido en cuenta con el inicio prematuro del primer semestre de universidad.

Gracias al ‘programa de inmersión’ ó ‘estudiante visitante’, Sebastián pudo ingresar a la Universidad Militar Nueva Granada en el segundo semestre de 2018 a estudiar becado el primer semestre de ingeniería mecatrónica sin necesidad de haber terminado su grado once. “El colegio (La Presentación) nos informó que la Militar estaba dando la opción a quienes quisiéramos hacer el último semestre del año  en la Universidad: y como siempre me ha ido bien, pues apliqué y fui seleccionado”, cuenta el talentoso estudiante.

El colegio presentó a Sebastián en la Universidad y allí superó el examen de admisión y la entrevista. Ayer se graduó como bachiller y ahora entrará a segundo semestre de su carrera.

Pero su historia no para aquí. Sebastián aplicó a un programa de pregrado en la Universidad Nacional y, entre más de 10 mil aspirantes, ocupó el puesto 95, entregándole un cupo fijo para continuar su ingeniería mecatrónica en la Universidad en mención. Es tal su mérito que semestralmente ‘La Nacho’ sólo habilita 70 cupos para esta carrera.

Su madre es docente en Lenguazaque y es el mayor de dos hermanos. Su sueño una vez termine la carrera es continuar estudiando y trabajar en Estados Unidos, pues dice que para su carrera ese país le ofrece mayor proyección profesional.

Sebastián y Valeria lograron un reconocimiento de no solo su colegio, profesores o familia, sino de las universidades más importantes del país. La Villa.

Madre adolescente, soltera y pila

Gracias a su puntaje en el ICFES, Valeria fue llamada desde la Universidad de La Sabana para que continuara sus estudios superiores en el reconocido claustro. Será becada toda la carrera y recibirá adicional un subsidio de sostenimiento de dos salarios mínimos por semestre. El compromiso es terminar la carrera y mantener un promedio alto. Estudiará ingeniería química y empezará en el segundo semestre de 2019.

Esta noticia cayó como una bendición tanto para ella como para su familia. “Yo nunca hubiera podido pagar un semestre en La Sabana que vale más de 11 millones y ahora que tengo la oportunidad, la voy a aprovechar”, cuenta la estudiante.

Con apenas 16 años, y gracias a su destacado desempeño académico, Valeria llegará a una de las mejores universidades del país. Sin embargo, para esta alumna, el haber obtenido tal premio se debió “al esfuerzo y al empeño” puesto, ya que no pudo asistir al primer periodo académico. La razón: su hija de nueva meses: Allison Mariana Blanco Peláez.

Cuando apenas tenía 15 años, y cursaba el grado décimo, Valeria se enteró que estaba embarazada. Una situación que en varias ocasiones pone en jaque a las adolescentes en época de estudio. Si importarle nada, y cuando sus demás compañeras alistaban su uniforme y libros para empezar clases, ella estaba ocupada con otra lección: aprender a ser mamá.

Como pudo, una vez terminó su licencia de maternidad, adelantó los logros pendientes, se puso al día con los trabajos y se niveló con sus demás compañeras. Cuando menos lo pensó, ya estaba lista para presentar el ICFES. “Falté dos meses al colegio. Recuperé notas e hice los trabajos. Me apoyaron muchísimo con las notas”, resalta Valeria.

Ella llegó de Bogotá a mediados de 2017. Su madre vende fruta en Ubaté y es la menor de dos hermanas. Su sueño es ejercer su carrera y poderle devolver la ayuda a su madre, quien ha sido su principal apoyo.

Hoy, tanto Sebastián como Valeria, con realidades y contextos diferentes, los une su excelencia académica, y aunque entre ellos no se conozcan, cada uno sabe que el futuro se construye con educación.

Jorge Suárez Celis

REDACCIÓN LA VILLA