El municipio de Carmen de Carupa cuenta en la actualidad con 19 solicitudes para títulos mineros y otros nueve están en evaluación. Tres ya están en explotación, como lo son las firmas Rocas y Agregados (antiguo El Triangulo), Agreca Ltda y Epyca SAS (conocida como Bennu). Empresas que, de acuerdo a la alcaldía municipal, dejan menos de $35 millones de regalías al año.
Agreca se encuentra en etapa de cierre y abandono debido a que completó el material de extracción permitido por la licencia ambiental, otorgada por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) en julio de 1998. Para el caso de Rocas y Agregados, con licencia ambiental de septiembre de 1997, cuya actividad extractiva es de aproximadamente 10 años más.
En cuanto a Bennu, la empresa más grande, le quedan alrededor de seis meses de explotación de mineral en su primera fase, según cálculos propios. “El titulo minero de esta empresa es tan grande en territorio, que la licencia ambiental (de mayo de 2007) debió ser contemplada en tres fases, de la cuales ya están finalizando la primera”, señaló Mauricio Rodríguez, Personero Municipal de Carmen de Carupa.
Como el casco urbano de Carmen de Carupa se encuentra tan cerca de la operación extractiva de Bennu, se estableció, mediante el Acuerdo Municipal 07 de 2007 un polígono de protección de 500 metros, que blindó a la población. Pese a ello, la compañía de grava busca acercarse más a la zona urbano.
Mediante oficio dirigido a la CAR, el pasado 21 de noviembre de 2017, Bennu solicitó el traslado del licenciamiento y expediente ambiental para la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), pues según ellos sus volúmenes de producción ya sobrepasaron de 250 mil metros cúbicos de grava y arena al año, por lo que la CAR ya no tendría competencia.
“Ellos (Bennu) están a seis meses de terminar esa primera fase, ya tendrían que ampliar la licencia para seguir explotando sobre su título minero, a lo cual nos oponemos porque lo que ellos denominan segunda y tercera fase, ya está dentro de esos 500 metros del polígono de protección. Se acercarían a 120 metros del casco urbano y ya consideramos que es excesivo, pues traería más consecuencias que beneficios”, mencionó el Personero.
El expediente ambiental, que incluye dos procesos sancionatorios por afectaciones al suelo y el agua, ya está siendo remitido a la ANLA, lo que significa que una vez finalice la primera fase, será competencia del ente nacional otorgarle una nueva licencia ambiental a Bennu, para que continúe explotando su título minero en un segunda fase, que ya superaría la barrera de protección establecida mediante el acuerdo municipal.
¿Qué pasaría con Bennu?
Sin la licencia ambiental para explotar esta segunda fase, Bennu no podría seguir trabajando su título minero, por lo que debería empezar un proceso de cierre y abandono. Sin embargo, si el municipio y el Concejo de Carmen de Carupa modifican el polígono de protección, mediante un nuevo acuerdo municipal, la ANLA podría entregarle el licenciamiento, pero ya estarían a un poco más de 100 metros del casco urbano.
Para el personero ese sería el peor panorama, debido a que la operación minera quedaría muy cerca de la población. “Tenemos quejas por el nivel del ruido en la noche, esparción de material particulado al medio ambiente, deterioro y desperdicio de agua por las vías y recuperación deficiente de las zonas que van explotando. Deben sembrar árboles y no lo hacen como debe ser. Eso lo hemos evidenciado en las visitas que hemos realiza- do y todo se ha puesto en conocimiento de la CAR”, finalizó Rodríguez.
LAVILLA.COM.CO