La navidad de 2008 sería la última que disfrutarían en sus hogares 23 familias, (algunos hablan de más de 30) del barrio Santa Bárbara, sector El Cerrito, del municipio de Ubaté. En los buenos deseos del nuevo año no había espacio para suponer la tragedia que ocho meses más tarde les tocaría padecer.
En agosto de 2009, un deslizamiento de tierra empezó a afectar las viviendas del tradicional barrio, que progresivamente se consumió este sector.
Richard Pachón, el alcalde de ese entonces, que por esa época apenas iba por la mitad del segundo año de su administración, tuvo que enfrentarse a un acontecimiento sin antecedentes en el municipio. Los ojos de los organismos de socorro del orden nacional y departamental estuvieron puestos en esa tragedia que demandaba acciones rápidas.
La única buena noticia que por esos días se hablaba era que no habían pérdidas de vidas humanas. Todo lo demás era angustia e incertidumbre, además de muchos interrogantes sobre el porqué de la tragedia.
Las Causas
Para muchos, la excavación de un terreno aledaño al barrio El Cerrito para la adecuación de un parqueadero es la explicación más lógica. Sin embargo, otras versiones hablan de un mal manejo de aguas residuales que permitió que el líquido se filtrara por tuberías rotas y con malas conexiones.
Gran parte de la responsabilidad recae sobre el municipio de Ubaté por conceder el permiso a un privado para que realizara tal excavación hace 22 años. Conscientes del error, tiempo después, el municipio adecuó un muro de contención para evitar que un posible derrumbe, por movimiento de masas, ocurriese, pero sus acciones fueron limitadas
Imágenes del derrumbe de El Cerrito del año 2009 que hoy sigue sin soluciones reales para sus afectandos: https://t.co/O0b10h5X3F pic.twitter.com/cgACVvoQjQ
— La Villa (@lavillanoticias) August 2, 2017
Con el paso del tiempo, la montaña empezó a ser poblada y las construcciones de viviendas llegaron sin suponer que debajo del suelo había una amenaza potencial que en 2009 se haría conocer.
Los comités de riesgos, instalados en la zona, recomendaban la urgente y obligatoria evacuación de 12 familias cuyas viviendas presentaban los mayores daños en sus estructuras. Dichas familias fueron reubicadas en diferentes inmuebles a lo largo del municipio de Ubaté, cuyos arriendos fueron asumidos por la administración del alcalde Pachón.
Por prevención, todos los residentes tuvieron que ser evacuados de la zona y una parte de El Cerrito fue declarada ‘zona de alto riesgo’. Hoy, continúa igual.
Acciones legales
Para algunas de las familias damnificadas, el municipio cometió una falta grave al permitirle al privado modificar una zona de la ladera de la montaña, por lo que interpusieron acciones legales en contra del municipio.
En 2011, Richard Pachón terminó su mandato y Carlos Santana fue su sucesor y quien heredó la problemática Lo primero que hizo Santana fue retirarle el auxilio de arriendo a las familias que entonces contaban con tal beneficio.
Es así como 13 familias demandaron al municipio alegando reparación directa por los perjuicios recibidos a raíz del derrumbe de sus casas. Proceso que tres años después, es decir, en 2014, fallaría en contra del municipio obligándolo a pagarles un cifra cercana a los 1.300 millones de pesos. Pero el municipio apeló el fallo.
Ese mismo año, otra víctima, Blanca Bogoya, interpuso una acción de tutela contra el municipio en en el que alegó que el Estado le debió proteger su derecho a vivir, a tener un vivienda digna. El Juez 14 Penal Municipal de Ubaté falló la tutela a favor de la demandante y le dio al municipio un plazo de 48 horas para que le garantizara los derechos, al igual que a los demás afectados del derrumbe en El Cerrito.
El nuevo terreno
El entonces alcalde de Ubaté, Carlos Santana, atendiendo la orden del Juez, empezó un proceso de búsqueda de terrenos para destinarlo a la reparación de las víctimas del derrumbe. De forma maratónica, y luego de escoger el terreno (en el barrio norte), se presentó la solicitud al Concejo Municipal para la compra y destinación de dicho lote. La duma aprobó el proyecto ese mismo año.
Año 2017
Luego de ocho años del deslizamiento de las casas del barrio El Cerrito no se ha avanzado mucho: las familias damnificadas siguen a la espera de la reparación, sus viviendas están en zona de alto riesgo y, a pesar de que el municipio cuenta con un terreno destinado para la reparación de estas familias, aún no hay ningún proyecto de vivienda que se avecine.
Sin embargo, este terreno ya tuvo un primer acercamiento para una opción de vivienda. En la administración de Carlos Santana, la entonces Secretaria de Hacienda, Carolina Franco, inscribió el lote a una convocatoria con Findeter, proyecto que tiempo después, heredó el actual titular de esta cartera: Albeiro Montaño, en la administración del alcalde Edgar Márquez.
Se trata de ‘Villas de los Sauces’, un proyecto de 37 unidades de vivienda, que el año pasado se cayó por no cumplir con todos los requisitos. Hoy, están a la espera de próximas convocatorias.
Para el caso de la demanda, que apeló el municipio de Ubaté, por el pago de 1.300 millones de pesos, llegó al Consejo de Estado, la máxima autoridad en derecho contencioso administrativo, esperando a que se confirme, o no, la sentencia. En caso que se le dé la razón, una vez más, a los demandantes, el municipio estaría obligado a pagar ese dinero.
POT
Para el alcalde de Ubaté, Edgar Márquez, el tema del barrio El Cerrito “esta concebido en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) como zona de alto riesgo, en la nueva formulación del documento que se presentará en el mes de noviembre al Concejo Municipal”, indicó el mandatario.
De acuerdo con el alcalde, es un hecho que en El Cerrito ya no se pueda construir y hacer alguna inversión en vivienda por las condiciones en las que está.
También indicó que las familias damnificadas se tendrán en cuenta en el proyecto de la Gobernación de Cundinamarca ‘Podemos Casa’. “Las vamos a tener en cuenta en los proyectos de vivienda que se están adelantando en el municipio sobre las 400 viviendas que ya están en curso”.
Sin embrago, para el Concejal Fernando Moya, las familias damnificadas entrarían en las mismas condiciones que cualquier otro solicitante, con el riesgo de no reunir todos los requisitos. “Por su condición de propietarios, así no habiten sus inmuebles, no podrían ser escogidos”, señaló el cabildante.
Por su parte, Blanca María Galeano, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Santa Bárbara, sector El Cerrito, indicó que esta problemática ha llegado a niveles insostenibles. “Las casas caídas las habían tomado como escondite de la delincuencia. En octubre de 2016, con la captura de ‘Los Pájaros’, la cosa mejoró. Hoy se presentan atracos, pero no como antes”, señaló.
Opinión que comparte el tesorero del barrio, Camilo Santana. “El barrio es catalogado como el sector de los drogadictos, que aquí aparece todo lo robado. Nosotros queremos es quitarle ese estigma, porque nos creemos el tema. La mayoría de la gente que vivimos aquí somos trabajadores y honestos. Existen quienes no obran de buena manera, pero pedimos a la alcaldía que no se olvide del barrio”, señaló.
Moya, sostiene que la situación es preocupante “porque la gente sigue en el limbo y ninguna administración le ha parado bolas. Hubo un prejuicio y se debe solucionar”, concluye.
Por ahora, una pronta solución y reparación no se vislumbra. Las familias que llevan a cuesta el trago amargo de esta experiencia seguirán celebrando la navidad en otros lugares y los recuerdos seguirán siendo tema de tertulia mientras, algún día, llega esa anhelada solución.
JORGE SUÁREZ
REDACCIÓN LA VILLA