
Desde el lunes 9 de julio de 2018, la Planta de Beneficio Animal (PBA) de Ubaté dejó de prestar los servicios de recepción de animales, sacrificio, limpieza, lavado, y despacho de canal de ganado, debido a que la compañía JYJ Comercializadora S.A.S., responsable de su operación, mediante comunicado, informó que ya había terminado con el convenio y el contrato de comodato 037 de 2013, firmado con el municipio de Ubaté.
Esta situación tomó por sorpresa a los expendedores de carne que venían utilizando regularmente los servicios de esta PBA y quienes ya completan 20 días sin poder sacrificar ganado en Ubaté. Esta situación los ha obligado a buscar otros mataderos en Chiquinquirá, Zipaquirá o Chocontá para cumplir con la demanda de carne del municipio.
El gremio cárnico indicó que al tener que aumentar los gastos de transporte -y de tiempo de desplazamiento-, el precio final al consumidor aumentaría considerablemente, teniendo en cuenta que ya no tienen las facilidades de contar con una PBA cerca.
Sin embargo, esa no es la única preocupación para las autoridades. A pesar de que se reconoce el impacto que podría traer el aumento del precio final del kilo de carne en la canasta familiar, inquieta el aumento de sacrificio ilegal que se generaría. “Preocupa que no exista un plan de contingencia claro para afrontar las más de 2.000 reses que deben matarse mensualmente en Ubaté, y esto podría generar un problema de salud pública y de saneamiento en la medida que no hay control sobre la calidad de la carne, porque no sabemos cómo están matando”, señala el personero de Ubaté, Daniel Sánchez.
Suspensión de los vertimientos
Aunque la Administración Municipal de Ubaté ya realizó el proceso de empalme con JYJ Comercializadora, se conoció que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) suspendió los vertimientos de la PBA por no cumplir ambientalmente en sus procesos sanitarios.
“Nosotros hemos hecho control desde el punto de vista ambiental. Primero encontramos que hay deficiencias en el manejo de los residuos peligrosos: sangre, vísceras, pelo, etc. No se puede dejar por ahí en una bolsa. Eso tiene unas normas de manejo. Y segundo, que los vertimientos de todos los desechos que depositan al alcantarillado superan lo permitido. Todo está expuesto en un informe técnico”, señaló Yúber Cárdenas, director de la regional CAR de Ubaté.

Para el Personero, este siempre ha sido un problema, ya que para el año 2016 el Invima informó que se iba a cerrar el matadero de Ubaté por deficiencias en las normas de saneamiento y no se hicieron los correctivos, pero si aumentaron las quejas. “En el año 2017 se acercó el Presiente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio El Estadio señalando que había afectación ambiental y ruido excesivo que perturbaba la tranquilidad del barrio; al igual que el gremio cárnico, que advertía sobre las irregularidades con la entrega de guías, las canales y los horarios”.
A raíz de las reiterativas quejas de la ciudadanía, Sánchez le solicitó a la CAR realizar los controles a los vertimientos y al manejo de residuos sólidos. “De esta manera, en junio de 2018, se impone como medida preventiva su suspensión”, acota el Personero.
Del mismo modo, Cárdenas indicó que el año pasado visitaron la PBA de Ubaté y le realizaron estos requerimientos. Como no solucionaron los problemas señalados por el ente ambiental, se procedió a su suspensión. “Instamos a la empresa, o a quién quede a cargo, para que hagan las cosas de manera adecuada”, reiteró Cárdenas.
A pesar de que el contrato de comodato venció en diciembre de 2017, y que existía una petición de mejora solicitada por el ICA, la administración de Edgar Márquez realizó una prorroga por seis meses y gestionó la licencia de autorización sanitaria provisional que les permitió operar hasta la fecha.
Sin decisiones
La secretaria de gobierno de Ubaté, Carolina Castro, fue enfática en subrayar que el matadero no fue cerrado y que cumple con toda la reglamentación ambiental, no tiene sanciones y cuenta con el permiso del Invima vigente para continuar con su actividad, sin embargo, 20 días después, aún no se conoce cual es el camino que tomará y crece la incertidumbre sobre la fecha de reapertura y de quién y cómo sería operada.
En consecuencia, la Administración Municipal de Ubaté sigue en una carrera contra el tiempo para buscar el camino que lleve a la apertura de la PBA que cumpla con todas las condiciones ambientales, jurídicas y financieras necesarias para garantizar el funcionamiento sostenido de la Planta. “No tenemos pensado entregar el matadero a un tercero”, señaló Castro.
En lo que respecta al manejo que se le ha dado a este tema, la Administración Municipal ha sido objeto de críticas por parte del gremio cárnico y la Personería, que cuestionan la falta de planeación en capacidad de respuesta para evitar llegar a tal situación.
REDACCIÓN LA VILLA