Con chamizos, motosierras y sin agua, habitantes de la vereda Ramada Alta en municipio de Lenguazaque intentaron apagar el incendio forestal que ya completa 20 horas, sin embargo la labor fue infructuosa.
Jesús María Hernández, habitante del sector indicó que han utilizado todos los recursos que han tenido a la mano, pero la falta de agua en la zona impidió sofocar de manera efectiva la conflagración.
“Es una situación bastante grande a pesar que estamos rodeados de la Laguna de Fúquene, Cucunubá y Palacios”, contó la capitán Liliana, Comandante del Cuerpo de Bomberos de Ubaté.
Las llamas, que ya han consumido más de 40 hectáreas de bosque nativo, evidenciaron dos problemas: la falta de un acueducto veredal y de un cuerpo de bomberos.
“Encontramos que no hay defensa civil, que no hay bomberos, simplemente un convenio con los bomberos de Ubaté, pero nosotros también tenemos que unirnos para tener nuestro propio equipo de bomberos”, indicó Camilo Lara, Alcalde del municipio de Lenguazaque.
Según Lara, varias administraciones han prometido la construcción del acueducto pero ninguna ha cumplido. “Tenemos que trabajar fuertemente para que este acueducto se haga realidad”, concluyó el primer mandatario.
La emergencia aumenta con el paso de las horas y las viviendas aledañas ya corren peligro, por eso los habitantes montaron guardia para no dejar avanzar el fuego mientras las llamas no dejan de arder.
“Nos da pesar que uno cuida los bosques y de un momento a otro se acabe todo”, lamentó Antonio Rincón, habitante del sector.
De los 10 municipios que componen la provincia de Ubaté sólo dos cuenta con dos cuerpos de bomberos voluntarios.
REDACCIÓN LA VILLA