Productores de leche de la provincia de Ubaté piden estabilidad en el precio del producto

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El Valle de Ubaté cubre el 52 % de la demanda de leche del país. La Villa.

Pequeños y grandes ganaderos de la región del Valle de Ubaté manifestaron, en un encuentro sostenido con la Asociación de Ganaderos de Ubaté, su malestar por crecientes problemas con el precio del litro de leche, así como por la falta de su recolección.

A la reunión no asistieron los representantes de la Unidad de Seguimiento de Precios del Ministerio de Agricultura, quienes en principio estaban confirmados y los cuales, 30 minutos antes de empezar la reunión, llamaron a cancelar. Este hecho molestó a los ganaderos que asistieron, entre ellos a su organizador, Giovanny Pinilla, vicepresidente de la Asociación.

Con un ambiente de inconformidad por el incumplimiento de los representantes del Gobierno Nacional, los cerca de 100 ganaderos que asistieron mencionaron las inconformidades en presencia del secretario técnico del Comité Lácteo de Cundinamarca, Jorge Peña, entidad adscrita al Consejo Nacional Lácteo y de la cual hacen parte, por el lado de la industria: la Asociación Colombiana de Procesadores de Leche (Asoleche) y la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi); por el de las cooperativas: la Federación de Cooperativas Lecheras (Fedecoleche), y por el lado de los productores: Analac y la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán).

Durante el desarrollo de la reunión, uno de los productores manifestó que la empresa Algarra le pagaba el litro de leche a 865 pesos en el mes de marzo y que para mayo la misma empresa le está pagando 830 pesos. “En Carmen de Carupa la situación es más grave, allá nos pagan el litro de leche a 695 pesos”, dijo otro productor asistente. La situación se replica en la mayoría de los casos y desconcierta a los productores.

A la inestabilidad de los precios, se suma el hecho del represamiento del producto en los acopios de leche, debido a la falta de recolección por parte de los intermediarios y de las diferentes empresas, especialmente Alquería, que alegan estancamiento en las plantas de producción.

Tal es el caso de la señora Rosa María Murcia, quien diariamente saca, en promedio, 48 litros de leche y a la que se le ha acumulado seis días consecutivos su producto, es decir, un total de 288 litros. “En los primeros días, el acopio (del gremio al que pertenece) nos recibió la leche. Pero ya después de cinco días no había en dónde almacenar tanta. Nos ha tocado hacer quesos, darles a los terneritos y usar para el consumo propio, porque nos da pecado botarla”, agregó.

Qué dicen las empresas recolectoras

Wolfman Mojica, representante de la compañía Alquería en el abastecimiento de la cuenca lechera norte, que cubre desde el municipio de Tausa hasta el de Chiquinquirá, dio respuesta al déficit de periodicidad en la recolección: “Alquería tiene cuatro plantas de proceso a las que llega la leche cruda y sale el producto terminado. A su vez, tiene 17 acopios (cuencas lecheras, en las que se incluyen la de La Shell y la de Capellanía) en diferentes zonas del país que son las que abastecen los centros de proceso. En los acopios se hace el primer filtro de calidad para no enviar inconvenientes a las plantas de proceso. Estos centros de proceso están presentando problemas técnicos con las calderas, y las bodegas tienen un alto inventario de producto terminado, situación que llevó a que no nos envíen las tractomulas para que recojan la leche. Por tal motivo, nosotros no podemos enviar las rutas a la veredas y caseríos, porque no tenemos dónde almacenarla”, contó.

A su vez, Mojica, quien llegó a la mitad de la reunión para responderles a todos los afectados, indicó que Alquería les reconocerá a los productores, con los que tiene compromiso, el valor de los litros rechazados por calidad y debido al almacenamiento, e invitó a los que tengan la posibilidad de vender la leche por otro lado, lo hagan.

Los componentes del índice de ajuste al precio son monitoreados por la Unidad de Seguimiento de Precios del Ministerio de Agricultura y comprende las siguientes variables: Variación del precio internacional, Índice de Precios al Consumidor, Volumen de Inventarios, Canasta de Insumos Ganaderos y el Precio en Planta de los Principales Productos Lácteos.

Los compromisos del Gobierno Nacional

En el año 2013, entre otras cosas, el Gobierno Nacional se comprometió a crear un fondo de estabilización para el precio de la leche. Se mencionaron también alternativas para la masificación del consumo del producto y así aumentar el volumen por consumidor. Igualmente, se propuso frenar los costos de producción: concentrados, abonos, agroquímicos e insumos. Asimismo, que la energía que utilizan los productores para enfriar su producto no se catalogará como luz industrial, porque, según la Asociación de Ganaderos, desmotiva la masificación de los tanques fríos.

“Desafortunadamente, al Gobierno, si no es con paro, no pone atención, y está acostumbrando a la gente a que esa sea la forma en la que escucha. Muchas veces, el Gobierno cree que dando garrote y gases lacrimógenos es como aplaca la problemática, y no es así. Hay una inconformidad manifiesta por parte del productor, por los compromisos no cumplidos, y está dejando al campesino a la deriva”, narró Pinilla.

El gremio de ganaderos manifestó a su vez que: “mientras la canasta de insumos ha tenido incrementos, los pagos al productor no se han modificado”; por tal razón, “pedimos que se revise la fórmula que fija los precios de pago de la leche cruda al proveedor”, esto, en respuesta a la decisión del Ministerio de Agricultura de no incrementarlos.

Mediante un comunicado de prensa, el Ministerio expresó: “las condiciones del mercado, en términos de la creciente oferta por parte del sector primario; la respuesta positiva en términos del volumen captado por la industria láctea; el relativo crecimiento de los inventarios, y la fuerte incidencia del mercado externo, particularmente la caída del precio internacional, incidieron en mantener estables los precios pagados al ganadero”.

Entre tanto, las voces de réplica se dejaron escuchar. “Nosotros no estamos pidiendo que nos paguen el litro de leche a 1.000 o a 1.200 pesos, estamos haciendo énfasis en que en ningún momento los costos de producción nos están dando para que el margen del litro pagado al productor sea rentable”, contó Pinilla.

Por otro lado, el precio para el consumidor no baja. Hoy, en una tienda de barrio o supermercado una persona paga por un litro de leche larga vida 2.100 pesos y por un litro de leche pasteurizada 1.950 pesos.

Así las cosas, tanto los productores, que son los que reciben menos por producir un litro de leche, como los consumidores, que son los que lo terminan pagando, esperan mayor regulación gubernamental para que la abundancia del producto se refleje en los precios, y no se quede en otro compromiso del Gobierno.

JORGE SUÁREZ
REDACCIÓN LA VILLA